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Statement

La escultura es un modo de ver el mundo, de expresar ideas, sentimientos, pensamientos, problemas. Los cuatro elementos naturales son análogos a los que acontecen en la escultura: aire, tierra, agua y fuego son el espacio, la materia, la forma y el tiempo. Juntos, realizan nuevas realidades escultóricas que hablan desde este nuevo siglo sobre los eternos pensamientos humanos desde una nueva forma de vivir.
La literatura es una compañera de este viaje creativo en la escultura, especialmente la de las mujeres Premio Nobel de literatura.
La búsqueda de coherencia se ha convertido en un gran reto, con la textura del caos inherente a todo proceso creativo. Este reto es alimentado por dos profundas raíces. Por un lado, la relación entre la vida y su expresión en la escultura, una lucha constante por conjugar la creación con la vida cotidiana y el ámbito personal. Por otro lado, la segunda raíz se abre en tres: la relación entre la enseñanza, la investigación y la creación. Así, los materiales y los procesos se adaptan a la necesidad de expresión.
En cualquier caso, hacer escultura es un acto de riesgo de principio a fin.